Sin duda el regreso del presidente encargado Juan Guaidó a Venezuela redimensiona el momento político que vivimos en este momento.
Una vez más Juan hizo eco de su valentía y volvió haciendo frente a las amenazas desesperadas que los voceros del régimen lanzaron durante toda la semana, con lo cual puso una vez más en evidencia la crítica posición en la que se encuentra la capacidad de respuesta del dictador.
Con su regreso a Venezuela, Guaidó desmintió y desmontó aquellas teorías absurdas de los opinadores de oficio que aseguraron el establecimiento de un "fracasado Gobierno en el exilio".
Una vez más, Juan Guaidó renueva las esperanzas y continúa sembrando en la población la certeza de que de esta vamos a salir, demostrado que los pasos están meditados y que todo debe hacerse con tiempo planificado, por lo que debemos mantener paciencia y confianza en nuestro líder.
Hoy el revés se lo llevaron aquellos que siguen sin confiar y que andan a lo loco pidiendo una intervención militar aún sin entender que para llegar a ese desenlace deben agotarse todas y cada una de las acciones diplomáticas y políticas que puedan tomarse.
Por su parte, el pueblo venezolano continúa experimentando ese sentimiento de satisfacción porque un líder prometió y cumplió, y ahora está de regreso para continuar gobernando al frente de este difícil proceso de quiebre.
Por primera vez en la historia reciente de Venezuela, miles de personas en todo el país salieron a las calles para recibir a su presidente. Juan continúa sumando más personas a su causa porque no es un político producido, porque la naturalidad le brota por los poros; porque hoy llegó por la puerta grande de Maiquetía, recibió el calor de su pueblo en su Estado Vargas y montado en el techo de una camioneta agradeció el respaldo de miles que gritaban "si se puede" y si se pudo.
Mientras tanto del otro lado, los resentidos sociales de siempre una vez más prueban el amargo sabor de la decepción, aquellos que cegados en su ignorancia e imbecilidad pedían carcel para Guaidó, no han entendido que el régimen perdió capacidad de respuesta y en sus horas finales continúan estudiando el costo político de sus acciones con el fin de prolongar lo inevitable.
Sin embargo, no podemos relajarnos, el presiente Guaidó continuará liderando el quiebre inminente, pero el régimen en cualquier momento, llevados por la locura y la impotencia, podría actuar en contra de Juan, y aunque ese riesgo ya se ha contemplado y "hay órdenes en caso de que algo ocurra y el régimen intente dañar la integridad de nuestro presidente", debemos mantener la alerta, pues una fiera es mas peligrosa cuando se ve acorralada.
Pero ellos saben que apresar a Guaidó precipitarian los acontecimientos y Maduro necesita tiempo para aplicar su estrategia de desgaste que hasta ahora no le está saliendo nada bien, por lo cual, la movida de capturar a Juan sería una acción temeraria (pero no imposible) que podría tener consecuencias determinantes.
Otro punto a favor de la fuerza democrática, seguimos moviendo las piezas del tablero y el régimen sigue en jaque.
¿Vamos bien?
Esta muy bueno hijo. Te felicito
ResponderEliminarVamos bien, muy bien..
ResponderEliminarExcelente escrito! Vamos bien, vamos muy bien....
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